Para el encargado de la Secretaría de Desarrollo Urbano, Movilidad y Obras Públicas (Sedumop), el austriaco Bernhard Reihn, que contrabajo habla el español, afirmó que las inundaciones en la ciudad y en las comunidades no fueron causadas por las obras del Tren Ligero ni del Tren Maya, sino a la gran cantidad de agua que dejó la tormenta tropical “Alberto”.
El funcionario no conoce la entidad, ni los lugares llamados puntos rojos de inundación. Bernhard nunca antes de que fuese llamado al gabinete de la gobernadora Layda Sansores había vivido en Campeche. Es su primera temporada de huracanes y desconoce completamente las condiciones meteorológicas, geográficas, hidrográficas y la relación de todo ello con los ‘usos y costumbres’ de la construcción de fraccionamientos.
El salir a decir tan alegremente que las obras no son las causantes de las inundaciones, sin nada que lo respalde más que sus palabras de un español mal masticado, es el equivalente a decir que las obras son perfectas y no pudieron cometerse errores en ninguna parte del proceso de planeación y construcción.
En una reunión con los tres ordenes de gobierno sobre la temporada de lluvias, el funcionario estatal fue enviado para tratar de disipar las acusaciones de que las obras federales estaban causando el problema.
“Ni el Tren eléctrico (sic.) ni otra obra que se está realizando en el estado fueron la causa de las inundaciones; fue por un enorme volumen de agua por las fuertes lluvias del ciclón tropical Alberto”, citó, quien nunca antes había vivido una tormenta en temporada de lluvias.
Eso sí, hay que recordar que justo la ruta que lleva el Tren Ligero es la misma que desde hace centurias tiene el dren natural del aeropuerto, que va de Chiná hacia el mar y conduce millones de metros cúbicos de agua de lluvia.
Ese canal es el que las obras están enterrando para aplanar la superficie de rodaje del tren eléctrico y en su lugar colocan tubos de concreto de estarían siendo insuficientes para transportar el volumen de lluvia, que busca por dónde filtrarse.
Lo mismo pasa con las comunidades al otro lado del Tren Maya, obra que tapó o desvió los drenes naturales y provocó que el agua inunde casas, calles, campos de cultivo.
El gobierno del Estado trata de justificar echándole la culpa a las lluvias en los diversas comunidades, y asegura que no fueron provocadas por la obra del Tren Maya, sino por la gran cantidad de agua que dejó el paso de la tormenta tropical “Alberto” en días pasados.
El encargado de la Sedumop no permitió siquiera dar lugar a la posibilidad. No dijo que se podría revisar qué fue lo que pasó. Simplemente descartó que las obras hayan fallado.
Redacción.