La desastrosa actuación del Instituto Electoral del Estado de campeche (IEEC) durante la jornada electoral, que ocasionó el ‘cochinero’, inició meses atrás.
La llegada de Morena al Gobierno del Estado fue el inicio. El morenismo comenzó con una sistemática desestabilización del órgano electoral: recortes presupuestales, recortes de personal, conflictos internos, expulsión de quien fuera la consejera presidenta, y la asunción de un funcionario sin la experiencia suficiente y ligado a un partido político que fue cuestionado por apoyar al oficialismo y desbaratar la alianza opositora.
Lirio Suárez Améndola había llegado producto de un minucioso proceso selectivo organizado por el INE. Sus denuncias de actos de corrupción de sus antecesores comenzó a incomodar, hasta que un grupo de consejeros encabezados por quien a la postre fuera designado en su lugar tras ser cesada, terminaron por acabar con su gestión.
Los resultados de la presidencia interina del consejero Juan Carlos Mena Zapata estuvieron el domingo a la vista de todos… Y aún desde días antes.
Traslado de boletas electorales sin la cadena de custodia que marca la ley y que más bien se prestó a sospechas y acusaciones de la sociedad.
La grave e importante ausencia de funcionarios de casilla, lo que permitió a algunos partidos políticos introducir a sus militantes en equipos de escrutadores, siendo eso una práctica común y nociva en los procesos electorales, fue el resultado de los recortes presupuestales y de personal que impidieron al IEEC, con la complacencia de algunos de sus consejeros, fortalecer las acciones de capacitación y concientización de los ciudadanos que participan en esas labores.
La llegada del presidente interino llevó a la sustitución de algunos funcionarios y direcciones del organismo público electoral, siendo designadas personas sin la experiencia necesaria para cargos de dirección.
El IEEC del domingo no estuvo a la altura de las expectativas de los campechanos. No fue un árbitro honesto, no fue un árbitro capaz, no fue un árbitro justo y equitativo.
Redacción.
