El titular de la Fiscalía General del estado (FGE) demostró, otra vez, que es una persona iracunda y un funcionario público frustrado, además de intolerante.
Ayer, luego de que elementos de la Policía estatal en huelga llegaran a manifestarse a la sede alterna, por falta de pago, Renato Sales Heredia hizo su arribo, supuestamente para sostener una reunión con la secretaria de seguridad, Marcela Muñoz, y decidió bajarse de su camioneta a dialogar con los manifestantes, pero no lo soportó.
Los agentes le pidieron su intervención en el conflicto y lo cuestionaron acerca del por qué se les retuvo el pago. Sales no tuvo respuesta, o al menos no quiso responder. Dijo que no era su tema y se lavó las manos.
¿Para qué se bajó, entonces, si esa sería su respuesta y su actitud? El caso es que el fiscal se llevó la rechifla y luego fue abordado por el diputado federal morenista José Luis Flores, quien le exigió, como representante del Gobierno del Estado, hacer el pago a policías.
Renato se enojó, hizo muecas, manoteó y trató de forzar un apretón de manos no consensuado con el legislador. Y ahí está el resultado.
Redacción.