El temor ante la potencia del huracán Beryl, que este viernes pasará sobre Yucatán y Quintana Roo, aunque sus bandas nubosas y efectos de lluvia y viento afectarám también Campeche, principalmente al Camino Real y Hopelchén, paralizó a casi todo el estado.
Hasta en el lejano municipio de Candelaria se suspendieron actividades del Gobierno Municipal, pese a que los efectos quizá no lleguen a ser peligrosos.
Aquí en la capital, las actividades sociales, políticas y gubernamentales se detuvieron para dar paso a la prevención.
Los pescadores resguardaron sus lanchas fuera de los muelles para evitar que sean afectadas por las marejadas.
Se vio en dichas faenas a los hombres de mar de los muelles de San Román, Camino Real, Lerma y 7 de Agosto.
Las lanchas fueron colocadas en zonas de estacionamiento de autos, parques o espacios abiertos, colocadas de cabeza.
En tanto, los comercios y oficinas eran aseguradas, unos tapiando puertas y ventanas con bloques de madera, otros reforzándolas con cinta adhesiva.
Las tiendas, restaurantes, comercios, edtablecimientos intentaron minimizar los posibles daños del viento de Beryl.
Oficinas públicas, desde Palacio de Gobierno hasta edificios privados en renta, se vieron con actividad de resguardo.
Destacó el caso del Congreso del Estado, en cuya puerta principal se colocaron costales de arena para evitar el ingreso del agua ante posibles inundaciones.
Todas las actividades gubernamentales, de los tres niveles de gobierno, fueron suspendidas para este viernes.
En el Mercado Principal “Pedro Sáinz de Baranda”, el comercio se suspendió para el viernes y sábado. Ayer se vieron largas filas de gente realizando las últimas compras y a los locatarios guardando, embodegando y asegurando sus locales.
Incluso los negocios y franquicias en Campeche anunciaron a través de sus redes sociales que van estar bajando sus cortinas y cerrando sus puertas durante este viernes y en otros van permanecer cerrado hasta el sábado con el fin de salvaguardar a su personal.
En algunos supermercados van a estar abriendo paulatinamente según las condiciones del clima lo permitan para el beneficio de sus clientes.
Además el cierre de los negocios por Beryl se debe a que los empleados difícilmente van a poder llegar a su lugar de trabajo, ya sea por la lluvia que van esta presentándose y vientos, por la falta de transporte público, como de calles cerradas por estar inundadas.
Además el gobierno exhortó a los empresarios, comerciantes e iniciativa privada a sumarse a las acciones preventivas por el huracán Beryl.
Incluso las iglesias suspendieron misas y actividades religiosas durante este viernes, a fin de proteger a los feligreses de los posibles daños de la naturaleza.
Redacción.