Ayer por la tarde, medios informativos digitales dieron a conocer la noticia, hasta ahora no confirmada pero tampoco negada por el Gobierno del Estado, de la renuncia de Renato Sales Heredia a la Fiscalía General del Estado de Campeche (FGECam).
Aunque desde hace mucho Renato habría querido irse de la institución de procuración de justicia del estado, sobre todo después de que se dio cuenta de que prácticamente estaría a la disposición de Marcela Muñoz Martínez, secretaria de Seguridad, y tras la imposición del hijo de ésta, Arturo Bravo Muñoz, como Vicefiscal, y de los caprichos que tenía que cumplir, el rompimiento definitivo y la razón por la que la gobernadora Layda Sansores San Román le aceptó finalmente la renuncia ocurrió recientemente.
Rumores al interior de la Fiscalía señalaban, ya desde antes de que Sales Heredia se despidiera del personal, señalaban que Renato se opuso permanentemente al uso de la Policía Ministerial y demás agentes de la Fiscalía para ejecutar un operativo de rescate de las instalaciones de la SPSC, que tienen tomadas los policías estatales en huelga contra Marcela Muñoz, lo cual implica un enfrentamiento e incluso posiblemente el uso de armas en contra de los agentes.
La gobernadora, interesada en que por fin se acabe el conflicto pero no dispuesta a ceder a la exigencia de los huelguistas, habría presionado para que con el uso de la fuerza pública se acabe de una vez por todas el conflicto, tal como ella misma dijo en un Martes del Jaguar.
Se supo que será a partir de este sábado, 15 de junio, cuando Sales Heredia dejará de despachar definitivamente en la FGE y provisionalmente la institución quedará a cargo del vicefiscal, Jackson Villacís Rosado.
Sin embargo, también trascendió que, para que no se dé un rompimiento frontal y para darle a Renato una salida digna, que lo comprometa a guardar silencio, se le habría buscado un cargo en la administración de la morenista Clara Brugada, en la Ciudad de México, y se tendría que integrar de inmediato al equipo de transición.
Redacción.