En Haití, donde existe una espiral de violencia provocada por las pandillas, que aproximadamente 200 mil niños están privados de su derecho a la educación.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en un comunicado, condenó enérgicamente el ataque de un grupo armado a una escuela en la capital, Puerto Príncipe.
UNICEF afirmó que aproximadamente 1.000 niños no podrán recibir educación sólo en esta escuela como resultado del ataque y añade: «La violencia en Haití está destruyendo los sueños y el futuro de los niños. Hay que ponerle fin».
El comunicado señaló que aproximadamente 1.000 escuelas han sido cerradas desde enero y cerca de 200.000 niños han sido privados de su derecho a la educación.
“El sistema de salud en Haití también se ve afectado. La mitad de los centros de salud en la capital y sus alrededores fueron cerrados o suspendidos sus operaciones”, agregó el UNICEF.
Los días 2 y 3 de marzo, bandas armadas que exigían la dimisión del primer ministro haitiano, Ariel Henry, se enfrentaron a las fuerzas de seguridad organizando ataques armados contra dos prisiones cercanas a Puerto Príncipe y Croix des Bouquets. Durante los enfrentamientos se fugaron unos 4.000 presos y murieron 12 personas.
El estado de emergencia de 72 horas declarado el 4 de marzo para capturar a los presos huidos se prorrogó un mes el 7 de marzo.
Haití, uno de los países más pobres del continente americano, está al borde del colapso económico debido a la espiral de violencia provocada por las bandas y el vacío de poder.
Haití, que lleva muchos años lidiando con problemas básicos como crisis políticas, económicas y de seguridad, corre peligro de hambruna con una población de más de 11 millones de habitantes.
Agencias.
