El papa Francisco ha expulsado del estado clerical, la máxima sanción en el ámbito de la Iglesia, a un obispo belga que reconoció en 2010 haber abusado sexualmente de al menos uno de sus sobrinos cuando este era menor y que vivía desde entonces retirado, pero que no había sido oficialmente despojado de sus cargos religiosos pese a haber admitido los hechos.
De hecho, Roger Vangheluwe, que era obispo de Brujas cuando se conocieron los cargos, siguió siendo obispo emérito y sacerdote los últimos 14 años, pese a que sobre él pesaban más acusaciones de pederastia.
Agencias.