Mientras la atención mundial se centraba en el eclipse solar total del 8 de abril, el lejano sistema binario Corona Borealis -que contiene una estrella enana blanca muerta y una estrella gigante roja envejecida- seguía preparando su propio momento de gloria.
Situada a 3.000 años luz de la Tierra, la Corona Borealis alberga una estrella enana blanca llamada T Coronae Borealis (o T CrB, para abreviar) que está al borde de lo que, según la NASA, será una espectacular y excepcional explosión de una nova.
La NASA afirma que no se necesitará ningún telescopio sofisticado y caro para presenciar este espectáculo cósmico.
«Estoy muy emocionado. Esto es como el cometa Halley -ocurre una vez cada 75 u 80 años-, pero las novas no tienen la prensa que tiene el cometa Halley», afirma William J Cooke, director del programa de la NASA sobre el entorno de los meteoroides. «Los cometas siempre tienen más prensa».
¿Cómo saben los científicos cuándo se producirán las explosiones de novas?
En la mayoría de los casos, los expertos de la Nasa no tienen ni idea de cuándo se van a producir las explosiones de novas, reconoció Cooke, pero que hay un cierto tipo de novas que se conocen como «novas recurrentes» de las que se sabe hay unas 10.
«Una nova recurrente es una nova que explota periódicamente», continúa Cooke. «Y la T Coronae Borealis es un buen ejemplo».
Pero, ¿cómo sabe la Nasa con tanta certeza que T CrB va a entrar en erupción en los próximos meses concretamente?
Es una cuestión de cálculos matemáticos y pruebas visibles. Por ejemplo, la última vez que T CrB experimentó una nova fue en 1946, hace 78 años, es decir, que ya ha pasado bastante tiempo.
Otra señal de que una explosión de T CrB es inminente es que antes de convertirse en nova se oscurece durante aproximadamente un año “y T Coronae Borealis comenzó a oscurecerse en marzo de 2023, así que por eso creemos que se convertirá en nova entre ahora y finales de septiembre», explicó Cooke.
Agencias.