MUJER ENTRA EN COMA LUEGO DE TOMAR IBUPROFENO PARA ALIVIAR SUS DOLORES MENSTRUALES

Jaqueline Gmack, una mujer de Brasil de 31 años, de Brasil, compartió que luego de tomar un medicamento analgesico para calmar sus dolores menstruales terminó en el hospital en un coma inducido durante 17 días.

La mujer explicó que sintió como si se le estuviera pelando la piel después de tomar ibuprofeno lo que desencadenó un raro síndrome de Stevens-Johnson.

De acuerdo con información compartida por el portal MailOnline, Jaqueline Gmack, originaria de Papanduva en Brasil, tomó pastillas de ibuprofeno en 2011 para ayudar a aliviar los calambres menstruales. En tan sólo 48 horas, la mujer, que ahora tiene 31 años, recuerda que sufrió un ligero picor en el ojo y ampollas en la boca.

Después de acudir al hospital, sus síntomas empeoraron rápidamente y desarrolló ampollas en la cara que le impidieron ver correctamente.

Los médicos le diagnosticaron que padecía el síndrome de Stevens-Johnson (SJS) y la pusieron en coma inducido en el que estuvo durante 17 días. Esta rara afección cutánea hace que el sistema inmunológico reaccione exageradamente a un desencadenante, como un fármaco, y ataque la piel, las mucosas, los ojos y los genitales sanos.

«Fue como si me hubieran quemado de adentro hacia afuera», dijo Jaqueline: “Los médicos me dijeron que había sobrevivido como un milagro. No sabía lo que me había pasado.

“Noté que tenía todo el cuerpo vendado, mi visión completamente borrosa y tenía un tubo en la garganta, pero no sentía ningún dolor. Sólo entonces empezó a bajar la moneda y me di cuenta de que estaba muy débil y que me había pasado algo muy grave».

Tras salir del coma, la brasileña inició inmediatamente un tratamiento oftalmológico en un intento por salvar su visión pues uno de sus ojos resultó gravemente afectado, que tendrá que continuar de por vida.

Desde su primera operación en 2011, Jaqueline se ha sometido a más de 20 cirugías incluidos trasplantes de córnea, trasplantes de membrana amniótica y trasplantes de células madre. Actualmente tiene alrededor del 40 por ciento de visión en su ojo y continúa realizándose controles quincenales para controlar su vista.

Y añadió: «El oftalmólogo dijo que necesitaba operarme lo más rápido posible, de lo contrario perdería el órgano del ojo. Salí del consultorio llorando».

Agencias.