Solo pasaron unos minutos del llamado de Layda Sansores y los policías le respondieron: Nuestra exigencia es irrevocable, Marcela se tiene que ir.
Aunque se dijeron satisfechos con la apertura del diálogo y el inicio de las acciones de gobierno para resolver la crisis, los agentes reiteraron que su lucha es en defensa de sus derechos violentados y por los delitos cometidos en su contra.
Redacción.