El caso Eutimio Sosa Espina es la mejor prueba y evidencia de que los órganos autónomos son usados por el Estado para perseguir a los enemigos políticos… y proteger a los amigos y cercanos.
Ayer se dio a conocer que la Auditoría Superior del Estado (Asecam), ese organismo que ha exhibido malos manejos, desvíos e irregularidades diversas de funcionarios municipales mocistas, o de exfuncionarios priístas, limpió el nombre del exdirector del Instituto de Cultura y Artes del Estado de Campeche (Icaecam), a quien separaron del cargo en medio de un escándalo de corrupción pero que públicamente dijeron que por una enfermedad.
Sosa Espina estaba acusado por diversos frentes, sobre todo de parte de trabajadores estatales. El líder de los Tres Poderes dijo que no se le estaba pagando su salario completo a trabajadores, como sí se reflejaba en los recibdos.
Medios de comunicación exhibieron las cuentas chafas de Sosa. Incluso evidenciaron que el Icaecam erogaba 200 mil pesos mensuales para dar mantenimiento al videomapping… que no funcionó nunca en la actual administración… ¡por falta de mantenimiento!
Incluso el actual director del Icaecam, Esteban Hinojosa, dijo al inicio de su gestión, tras sustituir a Sosa, que había muchas irregularidades en las cuentas del organismo.
Ayer, la Asecam, dirigida por Guadalupe Cárdenas Guerrero, informó que no halló irregularidades en la cuenta pública del organismo cultural.
Cárdenas fue ratificada por la mayoría morenista del Congreso del Estado apenas esta misma semana.
Redacción.
