La gobernadora Layda Sansores salió ayer a votar y, de paso, a arremeter contra sus adversarios políticos y contra todos los campechanos que están en su contra. Lejos de adoptar una actitud pasiva, que tienda al diálogo y a la unidad, Sansores salió a “disparar” durante la jornada electoral y todo lo que pasa, que a ella no le gusta, es culpa de sus detractores.
Y lo hizo así opinando sobre dos de los principales temas que más preocuparon a los campechanos durante la jornada electoral de ayer: La seguridad y la ausencia de funcionarios electorales.
Para Layda, la ausencia de funcionarios electorales, que provocaron ayer un mal funcionamiento del proceso electora y desanimó a muchos a emitir su voto, fue gracias a los opositores: “Pareciera que hubo una campaña para desalentar la participación de los funcionarios de casillas”, dijo la gobernadora, la principal responsable del desmantelamiento y recorte presupuestal del IEEC, lo que afectó gravemente su operatividad.
Respecto a la seguridad del proceso electoral, Layda dijo que nunca antes el estado había estado más seguro, pese a los “seudopolicías” huelguistas y están disfrazados con un uniforme y obedecen a un partido.
Redacción.