Por: MARGARITA ROSA ROSADO M.
Amable lector, lectora, el próximo domingo usted y yo, y todos los que podemos ejercer nuestro derecho al voto, tenemos una cita con la Historia (así, con mayúscula). La del 2 de junio no es una elección más, su significado rebasa con mucho los siguientes seis años; de la decisión popular, esa en la que participamos usted y yo, depende el rumbo que tomará el país: si ahondar en el autoritarismo o si rectificar el camino.
En la soledad de la caseta donde en privacidad cruzaremos la boleta electoral por una candidata (porque en realidad solo hay de dos sopas), sería bueno habernos hecho antes algunas preguntas cuyas respuestas son de sobra conocidas pero que a veces pasamos por alto y que hay que recordar antes de votar. Ahí les van algunas, sin ningún orden en particular, seguro usted podrá pensar en muchas otras porque, desgraciadamente, hay para dar y tomar:
¿Se le murieron familiares, amigos, conocidos, durante la pandemia de covid? Su pésimo manejo por parte del gobierno ocasionó 800 mil fallecidos, 300 mil de los cuales no tendrían que haber muerto, la esperanza de vida disminuyó cuatro años y fuimos el país con más muertos entre el personal médico y paramédico. ¿Va a votar porque siga un gobierno que tiene a tres de cada cuatro niños sin vacunas? México era campeón en vacunación hasta hace seis años, ahora estamos viendo regresar enfermedades que creíamos erradicadas como el sarampión y la viruela. ¿Es usted, lamentablemente, padre o madre de un niño con cáncer? Muchos de esos niños han muerto porque no tuvieron acceso a medicamentos y tratamiento y, encima, sus padres fueron calificados de golpistas por el mismo López-Gatell responsable de tantas muertes en la pandemia.
¿Sabía usted que la farmaciotota con todas las medicinas del mundo mundial que anunció el presidente ha surtido 2.7 recetas diarias en promedio en cuatro meses? Cualquier farmacia de pueblo surte mucho más a diario.
¿Sabe cuántos árboles fueron talados para abrirle paso al tren maya, esa ocurrencia que dijo el presidente que por su causa no se tiraría uno solo? Yo se lo digo, siete millones. ¿Sabe dónde está esa madera, mucha de ella preciosa, si la vendieron, en cuánto, qué se hizo con la lana? Eso sí no puedo decírselo porque nadie sabe. ¿Sabe usted que hay cinco mil 700 fosas clandestinas en este país? Están llenas de restos humanos que lo mismo pueden ser de sicarios y delincuentes que de inocentes desaparecidos por el crimen organizado y son las madres de estos desaparecidos las que escarban la tierra casi con las uñas buscándolos porque el gobierno no lo hace.
¿Se acuerda que en mayo de hace tres años se cayó la Línea 12 del Metro de la ciudad de México con saldo de 26 muertos? ¿Sabía usted que el estudio que se encargó a una empresa sueca responsabilizó del accidente a la falta de mantenimiento del gobierno de la ciudad de México pero (adivinó) no hay nadie tras la reja por la muerte de esas 26 personas?
¿Sabía usted que se pretende construir un innecesario tren ligero en esta ciudad capital, que remataría en el malecón acabando con palmeras, árboles, camellones, glorietas, y todo para transportar al centro inexistentes turistas usuarios del tren maya, que quedarían servidos con un buen autobús con aire acondicionado?
Si usted, amable lector, lectora, quiere que siga esta “transformación”, pues ya sabe por quién votar. Pero si quiere ponerle un alto a este catálogo incompleto de desgracias y tragedias nacionales, si quiere que regrese la cordura, la conciliación y la paz social a México, también ya sabe por quién votar (su nombre empieza con X). Es su decisión, que influirá sobre el futuro de este país y de todos nosotros. No nos falle.
Y por último pero no menos importante, su voto para elegir al Congreso de la Unión es tanto o más relevante, ¿quiere legisladores que no les muevan “ni una sola coma” a las iniciativas del Ejecutivo? ¿Quiere contribuir a destruir la autonomía de los Poderes y con ello las libertades? ¿Quiere achicar el Congreso federal para que ya no haya representación de minorías y la mayoría avasalle sin mayor problema? Si es así, ya sabe por quién votar. Pero si quiere un Congreso que impulse la democracia, la separación de los Poderes y contenga los afanes autoritarios del Ejecutivo, entonces también ya sabe por quién votar (donde vea rojo, azul y amarillo). Su derecho, su decisión, su país.