Por: MARGARITA ROSA ROSADO M.
Amable lector, lectora, los ciudadanos de este maltrecho país tenemos una responsabilidad fundamental con la democracia. Este sistema de gobierno y de vida no se mantiene solo, es como un organismo vivo al que hay que alimentar, cuidar y proteger, sobre todo de enemigos emboscados que curiosamente se dicen demócratas y defensores del pueblo, y en realidad lo que quieren en los hechos es matar la democracia o por lo menos dejarla irreconocible.
De un tiempo a esta parte, la sociedad ha descubierto sus muchas posibilidades de influir en la vida pública y en la política (ya sabe lo que dicen, la política es demasiado importante como para dejarla en manos de los políticos), se ha organizado y participa activamente; en el último año, en decenas de localidades los ciudadanos han salido a las calles a protestar y hacer oír su voz. Somos la Marea Rosa. Desde el Palacio Nacional nos descalifican, nos llaman “conservas”, fifís, aspiracionistas, pero saben que no pueden llamarnos acarreados ni borregos, porque no cambiamos nuestras convicciones por un refresco y, aunque el mecanismo se echó a andar hace mucho, esperemos que tampoco se cambie el voto por la falsa creencia de perder lo que la Constitución garantiza.
La siguiente parada es el próximo domingo 19. En más de 70 ciudades del país y algunas en el extranjero, una vez más, se prepara una movilización en defensa de las instituciones que nos garantizan vida e instituciones democráticas, esas que podríamos perder si el 2 de junio no logramos sacar a los indecisos y desencantados a votar por la única opción que puede sacar a México de la barranca.
Esta movilización es eminentemente ciudadana pero ha dado un giro al anunciar esta semana sus organizadores que, tras un periodo de reflexión, han decidido pronunciarse abierta y públicamente en apoyo a la candidatura de Xóchitl Gálvez como la mejor opción para la presidencia. Es momento de definiciones, es momento de manifestarnos en favor de la mejor opción, la única realmente.
YSQ quiere que la gente crea que la Marea Rosa está controlada por conservadores fifís que se están quitando la máscara. Cree el conejo que todos son de su pellejo, en su campaña López Obrador pretendió una moderación que ya vimos estaba lejos de tener. ¿De verdad cree que Claudio X. González, a quien solo en la tele he visto, tiene tanto poder como para mover a cientos de miles de personas en todo el país?
Los odios del presidente le nublan la vista y el entendimiento. No entiende que en una democracia hay consensos y disensos, que se vale pensar y opinar y actuar distinto. El que su candidata no sea la mía no tendría que ser motivo para descalificar mi opción, como tampoco el señalamiento de los errores, incumplimientos y corrupción en la 4T tendría que ser motivo para arrojar a los leones y al escarnio público a la responsable de una investigación de los actos de su gobierno.
Por eso es tan importante acudir todos a la marcha del domigo, mostrar músculo, decisión, conciencia. La Marea Rosa es un movimiento cívico, los que participamos somos ciudadanos libres e informados. Yo sí creo que Xóchitl es la única candidata que puede salvar a México. Si usted, lector, lectora, no está tan seguro, espero que sí lo esté el 2 de junio pero independientemente de eso, las instituciones que ha costado tanto construir están en peligro, no les niegue su apoyo, no les regatee su presencia. Acuda con su familia, sus amigos, invite a sus compañeros de trabajo, a sus vecinos, a sus clientes, proveedores, conocidos. Explíqueles la importancia de participar, de formar parte de los millones de mexicanos y mexicanas que quieren ser escuchados, que reclaman su derecho a un México plural, diverso, donde todas las opiniones cuenten y puedan ser expresadas libremente.
Estamos a tiempo. Nos vemos el domingo.