Por: MARGARITA ROSA ROSADO M.
Una bocanada de oxígeno puro para sus seguidores fue la actuación de Xóchitl Gálvez en el segundo debate entre candidatos presidenciales, aunque debería decir entre las dos candidatas porque Sonrisal no pinta y ojalá alguien compresu libro porque será su única alegría. En lo personal, esperaba que Xóchitl levantara, era imprescindible por una cuestión de percepción, si la gente te percibe exitosa, ganadora, bueno, lo dice el refrán, como te ven te tratan.
Era importantísimo que Xóchitl se viera presidencial y a la vez regresara a su verdadera personalidad, la mujer ágil mental, respondona, ingeniosa, espontánea, echada p’alante que hemos visto desde que la persuadieron de buscar la presidencia de la República. Lo primero, la ropa, qué huipil, una belleza; bien maquillada; hizo menos uso de cartulinas, tarjetas y demás apoyos que a veces solo hacen perder la concentración y la oportunidad.
La sociedad civil se ha enganchado, como pocas veces, en el proyecto Xóchitl. Ha movido corazones e inercias, gente que ha dejado la comodidad de su casa, de su hamaca o de su sofá para ir a pintar bardas o a repartir calcomanías o lonas que ella misma ha pagado. Porque no hay dineropúblico, ni para propaganda ni para contratar brigadistas como los que vemos a diario por docenas de Morena recorriendo las calles con bolsas llenas de material de campaña. Y la poca propaganda que esos voluntarios ciudadanos mandan a hacer es frecuentemente vandalizada, ya sea por ociosos o probablemente por fanáticos morenistas.
Ver a una Xóchitl aguerrida dejar sin argumentos, trabada, a la otra candidata, con datos verdaderos, no de los otros, contribuye al reforzamiento colectivo de que es posible recuperar este país, es posible enderezar el rumbo. Pero, ¿sabe qué? Xóchitl, México, necesitan de todos nosotros. El oficialismo tiene un chorro y dos montones de lana, inunda el país de basura electoral, pendones, espectaculares, miles y miles de bardas pintadas para dar la falsa impresión de que la elección está ganada, de que es ocioso ir a votar el 2 de junio, de que esa fecha es solo un trámite para entronizar a la calca de YSQ.
Más peligroso aún, el oficialismo cuenta con el presidente, que cada mañana canta las loas de su gestión y de su candidata, a ciencia y paciencia de un INE que se limita a llevarle la cuenta de las infracciones (más de 60 al momento de escribir estas líneas) y poco más, y a seguir mintiendo sobre el verdadero estado del país, queriendo hacer creer que vivimos en Jauja, o en Dinamarca, donde no asesinan diarioa 10 mujeres en promedio, ni desaparecen diario a 25 personas en promedio, ni han asesinado a más de 185 mil personas en lo que va del sexenio; donde el crimen organizado ha secuestrado un tercio del territorio nacional, cientos de municipios donde se cobra derecho de piso por cualquier actividad económica, donde se extorsiona al sector productivo, donde se recluta (obviamente por la fuerza) a niños y jóvenes para carne de cañón y a niñas y jovencitas para dedicarlas a la prostitución, y un larguísimo etcétera de horrores que para el presidente no existen, porque según él estamos requetebien.
Sobre este escenario de horror la candidata oficial quiere poner un segundo piso. Cualquier mexicano de bien tendría que sublevarse. Y retomo, Xóchitl y el país nos necesitan. Vaya a votar, pero antes, si tiene una barda, píntela en favor de Xóchitl, ponga una lona de Xóchitl en su reja, hable con sus amigos, su familia, sus empleados o compañeros de trabajo, el cajero del banco o del súper o la taquillera del cine o la recepcionista del consultorio médico o dental, o la señora que le vende los tamales o el pan o las tortillas o los refrescos o el gas, y explíqueles todo lo que está en juego en esta elección. Mande a hacer volantes (hay modelos en los sitios oficiales de Xóchitl o de los partidos), repártalos sin pena. En una palabra, conviértase en activista de Xóchitl, ayude a salvar a México. Recuerde, no es una elección más, es una gesta heroica.
Es el destino de todos nosotros lo que está en juego; sin democracia, en manos de Morena y sus adláteres, este país se iría al rancho de Palenque de YSQ y él seguirá mandando. Su calca dice a diario que todo seguirá igual con ella, no podremos llamarnos a engaño luego, el juego está abierto. El que tenga ojos, vea y el que tenga oídos, oiga.
Y recuerde, un voto por Xóchitl es un voto por un México con futuro.
