Por: MARGARITA ROSA ROSADO M.
Cuando el próximo domingo Xóchitl Gálvez visite por tercera ocasión el estado de Campeche, faltarán dos meses y medio para el día más importante del año y quizá de muchos años, el 2 de junio, cuando elegiremos presidenta de la república. Lo pongo en femenino porque es evidente que el tercer contendiente no tiene la más leve posibilidad de ganar la elección y lo sabe, pero el dueño de la franquicia de MC está jugando en su propio beneficio y no en el del país.
Los opinólogos, comentócratas y demás yerbas de ese olor, de todas las corrientes y bandos, e incluso los que no lo tienen o tratan de ser objetivos al momento de hablar o escribir sobre las campañas y sus candidatas, parecen jugar un nuevo deporte nacional: encontrar el negrito en el arroz de Xóchitl. Como dijo Jorge Castañeda, en su florido lenguaje que yo repetiré, no hay chile que les acomode. El 31 de agosto de 2023, en la prestigiada revista Nexos, Castañeda se refirió a las mil críticas a la manera en que finalmente Xóchitl se había alzado con la candidatura del Frente Amplio, que había optado por cancelar una elección que se sabía ganada por la hidalguense, y terminó diciendo “hoy hay una candidata competitiva, atractiva y unificada”.Y tenía toda la razón.
Siete meses después siguen haciendo lo mismo, que si la megacárcel es un megaerror, que si ir a Zacatecas en la noche fue mala estrategia, que si no ofreció nada nuevo a las mujeres el 8M, que si no concreta, que si no aterriza. Como Penélope, lo que tejen en el día lo destejen en la noche para poder hacer lo mismo al día siguiente. Se autocomplacen, con excepciones, desde luego, en su propio análisis y dejan de ver lo evidente: Xóchitl sí está llenando estadios sin recurrir al acarreo, Xóchitl sí está llegando al corazón de la gente con un mensaje sencillo y directo, Xóchitl no tiene ataduras ni deudas ni se siente obligada a complacer a nadie porque ganó la candidatura por ella misma.
Xóchitl puede responder y reaccionar, y lo hace (ahí está el guamazo a Marcelo, que se quiso hacer el listo), sin el pendiente de que dirá el señor de Palacio. Xóchitl es libre de decir lo que más le duele a México sin temor a incomodar o enojar al que todo lo manda desde Palacio. Por eso ha puesto el dedo en la llaga mayor, que no la única, que es la inseguridad y anexos, muertos, ejecutados, desaparecidos, levantados, feminicidios, extorsiones, derecho de piso y demás pesadillas que hacen de esta administración la más sangrienta en lo que va del siglo. A poco más de seis meses de terminar, ya acumula más muertes dolosas que cualquier otra anterior.
Estados como Guerrero, Zacatecas, Michoacán, Colima, por mencionar los más conspicuos, son verdadera tierra de nadie. Estados con relativa calma en el pasado ahora ven atentados y ejecuciones. El narco se pasea alegremente, a plena luz del día, por las calles de cientos de municipios y la autoridad se esconde, temerosa de su vida.
Esto, ¿puede decirlo la candidata oficial? ¿La que acaba de firmar el Acuerdo por la paz convocado por la CELAM bajo protesta, porque “exagera” el diagnóstico? ¿La que repite como loro que estamos rebien y en paz? ¿Cómo confiar en que una persona vaya a actuar distinto si llega a sentarse en la silla del águila cuando su amado líder va a estar repirándole en el cuello? ¿Cuando va a estar rodeada de ultras checando que no se desvíe ni una pulgada de la línea marcada por el caudillo? Por favor.
Xóchitl no carga ese compromiso, tiene claro que es el electorado el que, con su voto, la tendrá el 1º de octubre protestando guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes que de ella emanen. Porque para ella la ley sí es la ley, porque para ella se acabaron los abrazos a los que dan balazos, porque ella sí tiene claro que México necesita, está urgido, de paz y conciliación, donde el trabajo, la salud, la educación y el desarrollo con piso parejo puedan florecer.
Porque queremos, todos y todas, un México sin miedo. Por eso, Xóchitl presidenta. Bienvenida a Campeche.