Episodios: Realidad alterna

Por: Francisco López Vargas

Las incongruencias y contradicciones de la gobernadora de Campeche pintan de cuerpo entero a los gobiernos de la 4T: viven en una realidad alterna que nada tiene que ver con lo que los ciudadanos vemos y padecemos.

Pero si alguien cree que es consuelo que lo padezcan en todo el país, que le pregunten a los pobladores de Guerrero, Morelos, Chiapas, Veracruz, Zacatecas, Michoacán, Quintana Roo, Tabasco, Sonora, Tamaulipas, por citar algunos de los 23 que tienen gobiernos (es un decir) de Morena donde a diario se les pinta una realidad muy distinta a la que ellos padecen todos los días en temas de seguridad, salud, educación, agropecuarios y de corrupción desenfrenada.

Sin embargo, pocas cosas ejemplifican mejor esa realidad alterna que se padecen como las declaraciones de Layda Sansores, gobernadora –eso dice- de Campeche a quien no sólo nadie encuentra en sus oficinas pero que acude puntual todos los martes para transmitir un programa que la pinta de cuerpo entero: Martes del Jaguar.

Tres semanas después de un motín provocado por la incapacidad de quienes planearon operativos para el traslado de reos y supervisión de celdas, Layda no sólo ha declarado legítimas las demandas sino también ha acudido a dialogar con quienes se mantienen en las oficinas policíacas y que todos los días reciben el apoyo de una sociedad harta de la mediocridad de un gobierno que no tiene obras, que carece de rumbo y que en tres años ha logrado que la desilusión de quienes votaron por Morena llegue a niveles que provoca que les mientan, inventar culpables, desacreditar a quien no los apoya y todo porque el panorama electoral ya pintaba feo y el tema policíaco sólo vino a complicarlo más.

Apanicados porque no encuentran cómo justificar su incapacidad, Layda responde a un tuit del portal Animal Político sobre la crisis provocada por ella y su gobierno entre los elementos de la secretaría de Seguridad y Protección, una joya de la comedia de la farsa. Dice el tuit de Sansores:

“¿De cuáles policías hablan?, ¿de los manipulados por unos comandantes señalados por corrupción,  por acosar a compañeras mujeres, extorsionar ciudadanos y que se niegan a usar la bodycam y que son usados por el Sr. Eliseo y el PDTE de un partido político (Alejandro Moreno), o de los buenos policías que a pesar de las amenazas y de ser estigmatizados en las redes sociales por sus propios compañeros decidieron regresar a la institucionalidad? Ellos valoran el apoyo que nuestro Presidente ha dado a Campeche.

Animal Político antes investigaba. Espero retome su profesionalismo y tome en cuenta la otra cara de la moneda

Le informo que en el operativo no hubieron (hubo) policías muertos, ni hospitalizados. De 500, 27 sufrieron golpes y moretones.

Inmediatamente cumplimos con las recomendaciones de Derechos Humano, respondimos favorablemente todas sus peticiones, excepto la de no usar la Bodycam y y agregamos otras cuatro propuestas a su favor.  Ninguno, se acordó de pedir algo que favorezca especialmente a las mujeres.

Es un tema que irresponsablemente han politizado y que, de ninguna manera tiene la dimensión que quieren darle. En Campeche se respira, tranquilidad y paz.” (fin de tuit, las correcciones son mías)

Sansores no analiza lo que dice. Me explico. Se atreve a decir que en casi tres años de gestión su gobierno ha sido inútil para desmembrar bandas de policías que guiados por comandantes corruptos hacen de la suya contra la sociedad campechana.

¿Qué ha hecho entonces con esa corporación quien presume de la generosidad de su gobierno, Marcela Muñoz? Y propicia varias preguntas: ¿Es ella cómplice de esos comandantes?, ¿lo sabe y no podido meterlos en cintura a pesar de los años de estar al frente de la corporación?, ¿son ellos los responsable de la inseguridad creciente en Campeche?, ¿Marcela trajo a varios complicados por relaciones con narcomenudistas de Álvaro Obregón?, ¿Marcela es parte del problema al no poder depurar esa policía que, dicen, manejan sus principales opositores?

Dice que los policías son corruptos, que se niegan a portar bodycams y que siguen manipulados por un ex gobernador presidente de un partido (el PRI) y un ex alcalde (de MC) al que acusan de asesino serial. Si esos políticos controlan la seguridad del Estado ¿no será que lo hacen por las ausencias cotidianas de quien les ganó por escaso margen la gubernatura?, ¿quien gobierna Campeche si confiesa que no tiene el control policiaco?

Layda dice que les ha concedido todo a los policías y entonces uno se pregunta ¿por qué salió corriendo de las instalaciones policíacas cuando le dijeron que su principal demanda no se había cumplido y la respuesta fue que no había ido a cumplir caprichos?, ¿por qué utiliza a personal administrativo de la policía para hacer sus vídeos y a ellos les anuncia apoyos que nadie sabe si se entregan?

Dice, contra lo que señalan los miembros de la corporación, que no hubo policías muertos ni hospitalizados y señala que de los 500 que fueron al penal de Kobén, sólo 27 fueron “lastimados” y no menciona a las víctimas mujeres que quizá sean la parte más sensible de la incursión fallida.

Califica de politización irresponsable las manifestaciones y asegura que no tienen la dimensión que quieren darle y evita hablar de los más de mil policías en paro de los 1,200 que integran la corporación. Además, dice que “en Campeche se respira tranquilidad y paz”, pero salen a marchar contra ella, su gobierno y su secretaria de seguridad miles de campechanos no una ni dos sino tres veces y anuncian que habrá una cuarta.

Sansores no habla de los asesinatos a plena luz del día, balaceras en céntricas avenidas y en colonias populares, ni de las fosas clandestinas encontradas en Ciudad del Carmen y en otros municipios; tampoco de los autos incendiados con gente ejecutada dentro con balazos característicos de tiros de gracia.

Layda niega, como la gobernadora de Guerrero, y el gobernador de Zacatecas, por citar a algunos, que no esté en control de su entidad a pesar de que lo que se ve es una enorme crisis que se pasea por esos 23 estados que gobierna –es un decir- Morena.

A pesar de todo, Sansores no perdonó sus vacaciones de semana santa. Volverá a Campeche el 13 próximo, según anunció, fecha en la que los policías ya organizan otra marcha multitudinaria que ahora tiene el apoyo del sindicato nacional de policías y que se vaticina vendrán a participar con ellos y la sociedad que los respalda.

Los campechanos están apoyando a los policías porque su movimiento es legítimo, pero sobre todo porque ha sido la mecha que detonó la inconformidad ante un gobierno frívolo, que gasta el presupuesto en apoyos a Morena, descuenta 3 por ciento del salario a los empleados del gobierno y fuerza a los burócratas a manifestarse a favor de López Obrador y Claudia Sheinbaum a cambio de conservar el empleo. Despidieron a los campechanos para privilegiar a la gente que acompañó a Layda Sansores en su encargo en Álvaro Obregón.

La crisis de Campeche seguirá creciendo simplemente porque el gobierno abusó de una sociedad que depende en exceso de él y eso no terminan de entenderlo.